miércoles, 24 de junio de 2009
lunes, 1 de junio de 2009
Invitación Proyecto YZlAB
Vivimos en un mundo, un país y sobre todo en una ciudad, llenos de contrastes. Vivimos en medio de esos contrastes: la contaminación contrasta con el aire puro, la pobreza contrasta con la riqueza, los malos tratos contrastan con la bondad de algunos.
Proyecto YZ l AB es una plataforma de acción que busca reunir a todos quienes creen que nuestra realidad es así, llena de graves imparidades. Para quienes quieran luchar contra estas diferencias poniéndolas de manifiesto, y evidenciando problemas que a veces tapamos con un dedo. Para quienes quieran construir las soluciones.
La modalidad de este proyecto consiste en que sin importar quién eres ni de donde provienes, tendrás la oportunidad de llevar a cabo las ideas que jamás has podido concretar, o por falta de recursos o por falta de manos trabajadoras. Sábado tras sábado, Proyecto YZ l AB estará en acción en algún lugar de Santiago, realizando las acciones propuestas por algún integrante. Todos quienes participan en Proyecto YZ l AB, tendrán la oportunidad de proponer un trabajo o acción, ya que las propuestas serán rotativas, y todas las semanas será el turno de un nuevo yzlabiano. Todos los demás participantes estarán a disposición de quién propone la acción.
Sea cual sea nuestra acción, llevaremos puestos trajes blancos. Cuando actuemos en grupo, formaremos una gran mancha blanca a escala urbana. El neutro en medio de los contrastes. La l entre el YZ y el AB.
Pensado para grandes y chicos. Para arquitectos, colegiales, dueñas de casa, dibujantes, ingenieros, los vecinos, escritores, vagos, etc.…etc.…Todos califican.
Sólo hay que regirse por 4 simples principios:
1. Basarse en el YZ y el AB (los contrastes).
2. Usar el traje blanco*, que genera homogeneidad y democracia.
3. Proyectarse en grupo.
4. Buscar que tus acciones tengan siempre una finalidad, y que vayan siempre en beneficio de lo que pensamos que está mal en este mundo.
* El traje blanco es un overol de genero blanco. Puedes encontrarlo en Patronato, Homecenter o en tu ferretería mas cercana.
http://proyectoyzlab.blogspot.com/
viernes, 6 de febrero de 2009
Extranjero en su país | Revista El Sabado | Felipe Berríos
Sábado 03 de Enero de 2009
Me invitaron a exponer en un programa de posgrado de una universidad que queda cerca de la cota mil de la cordillera santiaguina. Acepté de inmediato, pues era una novedad ser invitado a esa universidad y tenía ganas de conocerla. Además, para ese día estaba anunciada una protesta estudiantil en varias ciudades del país así que probablemente la actividad laboral sería poca.
Un universitario voluntario en un campamento, y que conocía el lugar adonde iba, me ayudó dibujándome un improvisado mapa para llegar. Siguiendo las indicaciones al pie de la letra tuve que atravesar el centro como me lo señalaba el dibujo para tomar una autopista expedita que atravesaba la ciudad.
Entonces me vi en medio de la revuelta estudiantil que ya se esparcía por todo el centro de la capital donde se concentran varias universidades formando verdaderos barrios universitarios. El tránsito era constantemente interrumpido y desviado tratando de capear los carros policiales que arrojaban agua y gases lacrimógenos destinados a los estudiantes pero que alcanzaban a todos. Era una verdadera batalla campal.
Abrirse paso en medio del caos fue una odisea de mucha tensión. Los lienzos y pancartas que aún estaban en pie en un lenguaje no muy académico denunciaban lo que los universitarios exigían. Los jóvenes pedían garantías para que a los estudiantes de más bajos recursos económicos no se les pusieran obstáculos monetarios para poder seguir estudiando. El torrente de autos que dificultosamente se abría paso entre piedras, agua, gritos y jóvenes corriendo en estampida me condujo milagrosamente a quedar detrás de un camión tolva. Protegido por este gigante que me servía de escudo logré alcanzar la autopista.
La excelente carretera y el certero plano me condujeron en unos veinte minutos al destino. A llegar allí, sin embargo, parecía que me había salido del país. Ni las anchas avenidas rodeadas de verde, ni las grandes playas de estacionamiento podían contener el mar de automóviles que rodeaban la universidad como un centro comercial en vísperas de Navidad.
Entrar a esa universidad era como entrar en otro mundo. No había jóvenes gritando, ni gas lacrimógeno, ni agua, ni carabineros, ni menos pancartas. Sólo un silencio de cementerio que un amable señor que me esperaba interrumpió para conducirme al lugar de la reunión. Mientras caminábamos, a través de los ventanales, se veían grupos dispersos de estudiantes que alegremente conversaban en unos cuidados jardines. Me sentía extranjero en mi propio país pues parecía que la efervescencia estudiantil que había vivido hace poco había sucedido en un lugar muy lejano.
Me pregunté ¿qué visión del país tendrá el profesional que salga de esa universidad?, ¿qué vida universitaria tendrá quien tal vez estudió en un colegio de la zona, donde probablemente quede también su casa y entra a esa universidad?, ¿qué diferencia hay entre una universidad así y un colegio particular?, ¿bastará mirar la ciudad desde lo alto y luego enterarse de lo sucedido en ella por las noticias?, ¿será ese el lugar más adecuado para que se forme un universitario?, ¿cómo se llegará a una universidad así sin automóvil?
via. blog el mercurio
La Cota Mil | The Clinic | Patricio Fernandez
El sábado 3 de enero, el jesuita Felipe Berríos publicó, en la revista El Sábado de El Mercurio, una columna titulada “Extranjero en su país”. En ella el cura relata su viaje desde el centro de la ciudad hasta una de las universidades de la “cota mil” cordillerana, donde lo habían invitado a exponer. Son tres las que quedan por allá: la Universidad del Desarrollo, la Universidad de los Andes y la Universidad Adolfo Ibáñez, pero sigamos. Todavía en el bajo atravesó una huelga estudiantil que se esparcía por varias cuadras. Había guanacos, zorrillos, agitación y carteles que exigían garantías para los estudiantes faltos de recursos. Arriba, en cambio, a donde se llegaba por un tubo de carretera, reinaba una paz conventual. Todo era limpio y los alumnos de tez clara. Santiago parecía, a lo lejos, una mancha negra. Estaba lleno de autos estacionados, “como un centro comercial en vísperas de Navidad”. Berríos se preguntó entonces: “¿qué visión del país tendrá el profesional que salga de esa universidad?, ¿qué vida universitaria tendrá quien tal vez estudió en un colegio de la zona, donde probablemente quede también su casa y entra a esa universidad?, ¿qué diferencia hay entre una universidad así y un colegio particular?, ¿bastará mirar la ciudad desde lo alto y luego enterarse de lo sucedido en ella por las noticias?, ¿será ése el lugar más adecuado para que se forme un universitario?, ¿cómo se llegará a una universidad así sin automóvil?” Y quedó la tendalada en el barrio alto.
El domingo recién pasado (11-1-2009), El Mercurio le dedicó dos páginas completas del cuerpo de Reportajes a ocho jóvenes de buena presencia, ex alumnos de las tres universidades aludidas, para que hicieran sus descargos contra el sacerdote. El resultado, digámoslo, es más bien gracioso y absurdo: ya en el título se quejan de “mucha discriminación” en su contra.
Andrés, Santiago, Mauricio, Paula, Felipe, Matías, Cristina y Mónica, ofendidos, se defienden: “desde primer año nos potencian el acercamiento a otras comunas”,“participamos en muchas tareas sociales”, “puede que uno no esté metido en la realidad de Chile, pero no por eso vas a dejar de ayudar”, “cuando uno estudia en ambientes tan polémicos, lo único que se quiere es salir y ejercer la profesión, en cambio en la UDD fue donde se me despertó un interés social mucho más fuerte”. A Mauricio incluso le “tocó bajar del cerro, y hacer clases en la Universidad de Chile”. Es decir, a confesión de partes, relevo de pruebas. Por mucho que El Mercurio intentara desacreditar los dichos del sacerdote, fueron estos mismos ex alumnos quienes los confirmaron. Ellos aprenden acción social, pero no se mezclan. Van y vuelven, al igual que los grupos del Hogar de Cristo que parten a construir casas para los pobres. Sólo que acá, es cierto, estamos hablando de profesionales formados en una isla de gran altura.
El padre Rolando Muñoz, teólogo de los SS.CC, recién entrevistado por The Clinic, sostuvo que Los Legionarios, “los del Opus Dei y Schoenstatt, son espiritualistas y elitistas, todo lo contrario a la opción por los pobres. Ellos pueden querer beneficiar a los pobres, pero desde arriba para abajo, y hace muchos años que no creo que la sociedad se arregla así”. Aseguró también que las universidades no son hoy para los pobres, sino, cuando mucho, para hacer más generosos a los ricos. Berríos y Muñoz se refieren al mismo problema: el desencuentro en que se hallan las clases sociales en Chile. Estamos en un país de guetos. Habrá quienes resientan violencia marxista cuando se habla de ricos y pobres, pero nada que hacerle, son dos planetas lejanísimos que conviven disparejamente en un mismo sistema solar.
¿Por qué El Mercurio se lanzó en esta cruzada contra el jesuita? ¿Por qué le entretuvo el tema? ¿Por solidaridad de clase con los pijes afectados? ¿Para proteger la red en la que se sustenta su negocio? Para confirmar, quizás, que en la formación consciente de esa red se sostiene su poder y su estrategia de reproducción?
Berríos puso el dedo en la llaga. Dijo lo que todos saben, pero en un sitio donde esas cosas no se dicen, y ahorita mismo debe andar comiéndose las uñas, porque en ese templo de silencio la mudez se paga, y el Hogar de Cristo es desde hace rato uno de sus acreedores. Pero en el cura, felizmente, primó la honestidad ante la página. No creo que estuviera por esta vía promoviendo la Universidad Alberto Hurtado.
Muñoz, por su parte, que fue alumno de Ratzinger, lo resume así: “Mientras los ricos no tengan contacto con las carencias y valores de los pobres no se puede hacer nada. A los ricos se les oculta la realidad con las carreteras hundidas que pasan por Santiago, pero los pobres ven a los autos pasar por ahí”. Un país se luce, mientras el otro lo contempla.
Está volviendo a escucharse, con toda su carga provocadora, la voz de los curas de abajo. Quizás sea el preludio de una vuelta al tema social, tras años de contentamiento. Dios quiera.
via. The Clinicmartes, 20 de enero de 2009
vivienda social
_Camino los Refugios del Arrayán 18129 _ Lo Barnechea
2 - Todas exactamente iguales.
3 - Orientación confusa.
4 - Ingenioso jardín.
5 - Excelente vista a la mujer del vecino y a este que es un puerco.